En Fernán Caballero, cerca de los Montes de Toledo
(Ciudad Real)
A 18 km de Ciudad Real, junto a uno de los afluentes del Guadiana en plena llanura manchega, discurre una de las rutas de don Quijote, desde Malagón a la capital, pasando por Fernán Caballero y Peralvillo. Estos ríos tienen en común con el Guadiana que se inundan y quedan sus aguas tranquilas durante todo el año y a ellas acuden o ya hacen de ellas su hábitat particular, numerosas aves, antaño migratorias.
Las llanuras manchegas en Ciudad Real se extienden hacia el oeste y alargan la Ruta de don Quijote, en su segundo viaje, hasta las estribaciones de los Montes de Toledo, donde las viñas y los olivos dejan paso al monte cubierto con chaparras y encinas.La diversidad de flora y fauna es posible disfrutarla dando paseos por esta zona, tanto a pie, como en bici o coche, pero también en un coche tirado por un caballo. Por un camino rural se puede hacer un recorrido de varios kilómetros sentado en la parte posterior de este vehículo con tracción animal paralelo al río Bañuelas, hasta su desembocadura en el embalse del Vicario, en Peralvilla.Dependiendo de las ganas que tengamos de ir sentado en este antiguo medio de locomoción y del presupuesto (son 50€ la hora de paseo), podremos disfrutar de un paseo corto, largo, al trote o al galope, según el estado del camino, en un coche tirado por un caballo semental que fue campeón del mundo en la década pasada, y escuchando los comentarios Sátur, propietario de la Yeguada Jiménez Latorre. Durante el recorrido se puede pasar junto a otras explotaciones de ganadería extensiva de vacas, ver de cerca el monte plagado de carrascas y encinas, observar la fauna del agua estancada desde el observatorio de aves, descansar en uno de los rincones preparados para merendar en esta ruta de don Quijote…En un camino compartido con viandantes, ciclistas y vehículos motorizados, para finalmente llegar al embalse y encontrarnos un pequeño puente romano anegado por sus aguas.Como punto de partida está la casa rural Corral del Conde, un establecimiento de cuatro estrellas que cuenta con piscina y muchas hectáreas de terreno donde cuidar a sus numerosos animales. Hay más de treinta caballos, algunos provenientes de Escocia, ovejas, una vaca, gansos, perros… Y esto es algo muy bueno, porque si nos alojamos allí podremos ir con nuestra mascota y dejar que disfrute de un precioso lugar. En el interior y el exterior hay varios carros y tartanas, junto con aperos de labranza que dan un toque pintoresco al ambiente, modernizado con su futbolín y mesa de billar en el porche.
La habitación da derecho de uso de una gran cocina compartida con otros huéspedes y además de este paseo en coche de caballos se ofrece la posibilidad de montar algunos de estos cuadrúpedos o recibir clases de equitación.
Desde esta casa rural hay un camino, mitad de asfalto mitad de tierra que lleva a la localidad de Fernán Gómez. Este pequeño pueblo gustó a la famosa escritora Cecilia Böhl de Faber y Ruiz de Larrea y lo adoptó para su pseudónimo masculino. Son algo más de dos km hasta el centro del pueblo de 500 habitantes, por si apetece comer en algún bar o realizar alguna compra.
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